La parálisis del sueño (PS) es una condición muscular producida por la atonía que tiene lugar mientras la persona duerme. Se observa mayoritariamente en los momentos en que el individuo está despertándose o quedándose dormido, o comenzando una fase REM del sueño.
Según la Clasificación Internacional de Trastornos del sueño, la parálisis del sueño consiste en un periodo de inhabilidad para realizar movimientos voluntarios al inicio del sueño (hipnagógica o forma predormital) o al despertarse ya sea durante la noche o la mañana (hipnopómpica o forma postdormital).
Normalmente no estamos conscientes en ese estado, pero algunos individuos son susceptibles de sufrir episodios de parálisis estando conscientes. Esto puede ocasionar que el individuo mezcle sensaciones reales del entorno que le rodea con cualquier tipo de alucinación producida por un sueño, como puede ser sentir una sensación de ahogo o dificultad para respirar, con opresión del pecho, palpitaciones y otras sensaciones de origen fisiológico. Esta parálisis, acompañada por temor en la persona que la padece, se conoce como pesadilla, en el sentido clásico de la palabra.
En este estado, el sujeto se siente incapaz de realizar cualquier movimiento o de hablar, pero está plenamente consciente de su situación y de lo que ocurre en su medio ambiente circundante, ya que puede oír, oler o percibir sensaciones táctiles, incluso ver si tiene los ojos abiertos.
La gente reporta frecuentemente dificultades para respirar durante la PS. Esto tiende a ser asociado con sensaciones de presión en el pecho, opresión alrededor del cuello y sensaciones de sofocación, es esta sensación a la que se le denomina (en muchos países hispanohablantes) como "la subida del muerto", en la literatura inglesa se la conoce como "la vieja bruja" (Old Hag).
Las percepciones de dificultades para respirar probablemente llegan como una consecuencia directa de la parálisis de los músculos voluntarios. Aunque una respiración automática superficial continúa cuando la persona intenta, sin éxito, respirar voluntariamente, esto puede provocar pánico referente a una posible sofocación.Cuando la sensación de una presencia es asociada con sensaciones de presión y dificultad para respirar puede ser más frecuentemente asociado con pensamientos explícitos de muerte inminente.
Los sentimientos de sofocación también pueden ser inducidos por hipoxia e hipercapnia relacionadas con el sueño REM. Esta inhabilidad para “recobrar el aliento” a menudo genera sentimientos de pánico relacionados con la posibilidad de morir por sofocación.
Algunas de las cosas que se pueden generalmente realizar para intentar salir de este estado son:
Tranquilizarse, el miedo no hará más que prolongar este desagradable estado.
Respirar profundamente, la parálisis del sueño no afecta a la respiración.
Mover los ojos, la parálisis tampoco controla los ojos.
Intentar mover los dedos, tanto de las manos como de los píes, el movimiento producido, será real, y puede ayudar a despertarse.
Realizar un movimiento brusco, en estas situaciones normalmente uno intenta moverse lentamente, lo cual resulta imposible debido a la parálisis, provocando más angustia. Sin embargo, si después de tranquilizarnos intentamos mover brazos y piernas súbitamente, como si diéramos un respingo, normalmente se puede "romper" la parálisis. Esto se debe, seguramente, a que si bien el cerebro provoca el efecto sedante en los músculos para protegernos durante el sueño, también nos debemos poder levantar rápidamente (de ahí que deba ser un movimiento brusco) en caso de que nos despertemos por algún tipo de peligro inminente.
Una estrategia para evitar este desagradable trance, según la experiencia del Dr. Carlos Rivera, es "estacionar" la lengua minutos antes de dormirse. Esto consiste fijar la lengua en una posición tal que deje suficiente espacio en la garganta para el libre flujo de aire, y se logra sacando la punta de la lengua de la boca semicerrada, y regresándola un poco, dejando ahora cerrada la boca. Si tiene el desafortunado evento de la parálisis del sueño, al menos su ansiedad disminuirá sabiendo que puede respirar normalmente.
wikipedia
Según la Clasificación Internacional de Trastornos del sueño, la parálisis del sueño consiste en un periodo de inhabilidad para realizar movimientos voluntarios al inicio del sueño (hipnagógica o forma predormital) o al despertarse ya sea durante la noche o la mañana (hipnopómpica o forma postdormital).
Normalmente no estamos conscientes en ese estado, pero algunos individuos son susceptibles de sufrir episodios de parálisis estando conscientes. Esto puede ocasionar que el individuo mezcle sensaciones reales del entorno que le rodea con cualquier tipo de alucinación producida por un sueño, como puede ser sentir una sensación de ahogo o dificultad para respirar, con opresión del pecho, palpitaciones y otras sensaciones de origen fisiológico. Esta parálisis, acompañada por temor en la persona que la padece, se conoce como pesadilla, en el sentido clásico de la palabra.
En este estado, el sujeto se siente incapaz de realizar cualquier movimiento o de hablar, pero está plenamente consciente de su situación y de lo que ocurre en su medio ambiente circundante, ya que puede oír, oler o percibir sensaciones táctiles, incluso ver si tiene los ojos abiertos.
La gente reporta frecuentemente dificultades para respirar durante la PS. Esto tiende a ser asociado con sensaciones de presión en el pecho, opresión alrededor del cuello y sensaciones de sofocación, es esta sensación a la que se le denomina (en muchos países hispanohablantes) como "la subida del muerto", en la literatura inglesa se la conoce como "la vieja bruja" (Old Hag).
Las percepciones de dificultades para respirar probablemente llegan como una consecuencia directa de la parálisis de los músculos voluntarios. Aunque una respiración automática superficial continúa cuando la persona intenta, sin éxito, respirar voluntariamente, esto puede provocar pánico referente a una posible sofocación.Cuando la sensación de una presencia es asociada con sensaciones de presión y dificultad para respirar puede ser más frecuentemente asociado con pensamientos explícitos de muerte inminente.
Los sentimientos de sofocación también pueden ser inducidos por hipoxia e hipercapnia relacionadas con el sueño REM. Esta inhabilidad para “recobrar el aliento” a menudo genera sentimientos de pánico relacionados con la posibilidad de morir por sofocación.
Algunas de las cosas que se pueden generalmente realizar para intentar salir de este estado son:
Tranquilizarse, el miedo no hará más que prolongar este desagradable estado.
Respirar profundamente, la parálisis del sueño no afecta a la respiración.
Mover los ojos, la parálisis tampoco controla los ojos.
Intentar mover los dedos, tanto de las manos como de los píes, el movimiento producido, será real, y puede ayudar a despertarse.
Realizar un movimiento brusco, en estas situaciones normalmente uno intenta moverse lentamente, lo cual resulta imposible debido a la parálisis, provocando más angustia. Sin embargo, si después de tranquilizarnos intentamos mover brazos y piernas súbitamente, como si diéramos un respingo, normalmente se puede "romper" la parálisis. Esto se debe, seguramente, a que si bien el cerebro provoca el efecto sedante en los músculos para protegernos durante el sueño, también nos debemos poder levantar rápidamente (de ahí que deba ser un movimiento brusco) en caso de que nos despertemos por algún tipo de peligro inminente.
Una estrategia para evitar este desagradable trance, según la experiencia del Dr. Carlos Rivera, es "estacionar" la lengua minutos antes de dormirse. Esto consiste fijar la lengua en una posición tal que deje suficiente espacio en la garganta para el libre flujo de aire, y se logra sacando la punta de la lengua de la boca semicerrada, y regresándola un poco, dejando ahora cerrada la boca. Si tiene el desafortunado evento de la parálisis del sueño, al menos su ansiedad disminuirá sabiendo que puede respirar normalmente.
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